Crear el hábito de dormir las horas necesarias es de suma importancia para el crecimiento cerebral de tu hijo. Durante el sueño, se segregan sustancias como proteínas y hormonas de las que depende el desarrollo neuronal. Los ciclos de sueño de un recién nacido son mucho más cortos que los de un adulto y pasan más tiempo en un sueño de tipo REM (Rapid Eye Movement) caracterizada por una alta actividad cerebral.
Es importante que desde recién nacido le ayudes a tu hijo a crear el hábito de dormir siempre a la misma hora, acostarlo para las siestas y hacer que duerma sin interrupciones, especialmente durante los tres primeros años de vida, que son muy importantes en el desarrollo neuronal, pues el cerebro de los niños se forma a partir de todos los estímulos percibidos durante este periodo.
Además, dormir mal afecta otros aspectos en la vida de los niños como su desarrollo emocional, cognitivo, físico y social. De acuerdo con la Fundación Nacional de Sueño de Estados Unidos, los recién nacidos duermen entre 14 y 17 horas en un periodo de 24 horas; y algunos bebés duermen hasta 19 horas en un día. Entre los tres y seis meses de vida la cuota de horas de sueño baja a entre 12 y 15 horas de sueño al día. A esta edad, algunos bebés ya pueden dormir 5 horas seguidas durante la noche. A los seis meses de edad, muchos bebés ya no requieren alimentación nocturna y sus horas de sueño se acoplarán durante la noche y con siestas en el día.
El sueño y la neuroplasticidad
Para comprender mejor la relación que existe entre el sueño y el desarrollo neuronal, hay que hablar de la neuroplasticidad. Esta se define como la estructura y los cambios funcionales que se van produciendo en el cerebro de acuerdo a los estímulos que el niño recibe y a las experiencias que vive durante el día. Durante el sueño, el cerebro procesa estos estímulos y experiencias.
El sueño profundo
El sueño profundo favorece de gran manera el desarrollo neuronal en los niños. Ya que, como lo mencionamos antes, en esta etapa del sueño, conocida como sueño REM, se segregan las proteínas cerebrales necesarias para que el cerebro pueda realizar correctamente sus funciones.
Cuando un niño no duerme bien, es interrumpido o no duerme las horas necesarias, las proteínas que el cerebro necesita, no llegan a segregarse.
Como verás el sueño de los niños es muy importante y les ayuda a muchas cosas más que sólo descansar. Al dejarlo dormir las horas necesarias, le estás ayudando a mejorar su capacidad cerebral en el futuro.
Si crees que tu hijo puede presentar algún trastorno del sueño, en este artículo te contamos más sobre esto.
Es importante que desde pequeños, los niños establezcan buenos hábitos para dormir. Cada pequeño y pequeña tiene un patrón de sueño único, por lo que en los siguientes meses comenzarás a desarrollar su rutina de sueño. No hay una fórmula para acelerar este proceso, pero sí recomendaciones que pueden ayudarle a su cerebro para que comience a distinguir el día de la noche:
- Durante los cambios de pañal y tomas nocturnas, mantén la penumbra y el silencio. Evita hablar o jugar con tu bebé.
- No trates de mantener despierto o despierta a tu bebé durante el día, así sólo conseguirás que tenga dificultades para dormir por la noche debido al cansancio.
- Ayuda a tu bebé a dormir. Abrazarlo, mecerlo o cantarle son acciones que pueden tranquilizarlo y promover el sueño.
- Establece rutinas desde pequeño.
- Ten un entorno relajado antes de llevarlo a dormir.
- Evita pantallas una hora antes de la hora de llevarlo a dormir.
Habla con tu pediatra sobre los problemas del sueño, pues la mayoría de estos pueden tratarse. Es probable que te pida llevar un diario del sueño y sugerirte algunas acciones para mejorarlo. Recuerda que cuidar que tu hijo duerma bien, es cuidar su desarrollo cerebral.
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