El oído es un sentido fundamental para el ser humano, se desarrolla desde el tercer mes de gestación y para el quinto mes, el feto es capaz de sobresaltarse por sonidos extrauterinos como un portazo.
Después del parto, el bebé es capaz de identificar la voz de su madre desde los primeros días, al segundo mes gira su cabeza en dirección a algún sonido que llamó su atención y para el tercer mes muestra respuestas relacionadas con el lenguaje, pues logra tranquilizarse si sus padres le hablan o al escuchar estímulos musicales.
A pesar de su importancia, suele ser uno de los sentidos que recibe poca atención, por lo que debes saber que existe una prueba para ayudar a detectar disminución de la audición o hipoacusia (sordera), y es el tamiz auditivo.
Normalmente no se realiza a menos que los padres lo soliciten, pero debes saber que es igual de importante que la aplicación de vacunas, pues con su ayuda se pueden detectar problemas auditivos y llevar un oportuno tratamiento que evite la evolución del problema. Idealmente se debe realizar durante los primeros cuatro meses de vida.
Si quieres saber más sobre este tema, te recomendamos leer: ¿Mi bebé recién nacido escucha bien?
Realizar una prueba auditiva es esencial si notas que tu bebé no responde a estímulos sonoros, o existe algún caso de sordera o pérdida auditiva infantil en tu familia. Algunos motivos por los que las y los niños podrían presentar pérdida o disminución en la audición son:
- Complicaciones en el parto
- Parto prematuro
- Prueba Apgar menor a 7 puntos a los 5 minutos
- A consecuencia de algún tratamiento médico
- Infecciones frecuentes en los oídos
- Meningitis, citomegalovirus o paperas
- Hiperbilirrubinemia grave (ictericia)
- Exposición a ciertos tóxicos (medicamentos, radiación) durante el embarazo o al nacimiento
- Anomalías craneoencefálicas y de cuello congénitas que afecten a la línea media o a estructuras relacionadas con el oído
¿Cómo saber que mi hijo presenta sordera o disminución en la audición?
Existe una serie de situaciones que te ayudarán a detectar que tu bebé tiene un problema auditivo, por ejemplo:
- Recién nacido: no presenta reflejo de moro, es decir, no se sobresalta ante ruidos fuertes o repentinos
- 2 meses: no gira en dirección al sonido de un juguete
- 3 meses: no voltear al escuchar la voz de mamá, papá o algún cuidador
- 6 a 12 meses: continúa sin mostrar sobresalto o no despierta ante ruidos fuertes o repentinos
El oído juega un papel esencial para el desarrollo del habla, con su ayuda, el bebé aprende palabras y entonaciones importantes para el lenguaje.
Un bebé es capaz de reconocer los sonidos básicos de su lengua materna desde los seis meses de edad por lo que puedes tomar acciones sencillas cuando están juntos, de esta manera aprenderá a comunicarse contigo, puedes:
- Cantar canciones infantiles
- Leer cuentos
- Describirle las acciones cotidianas como el cambio de pañal, la hora del baño o el cambio de ropa
Incluso verte hablar con alguien le enseña cómo expresarse, qué tonalidades de voz usar y de qué manera. Conforme pase el tiempo todo esto le ayudará a comprender la estructura del lenguaje, además de que aprenderá vocabulario.
Si notas que tu bebé tiene un problema con su audición o desarrollo del lenguaje, consulta un profesional de la salud, sin embargo, es importante que tomes en cuenta que todos las niñas y niños avanzan a su propio ritmo.
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