Motivar el movimiento de tu bebé le ayuda a fortalecer su cuerpo, además de que favorece su desarrollo emocional y cognitivo o de aprendizaje.
El momento ideal para motivar a tu hijo o hija es cuando esté despierto y tranquilo. Deja pasar 30 minutos después de alimentarlo. Aprovecha las actividades diarias como la alimentación, el baño, el juego y cuando lo vistes para realizarlos.
Estos ejercicios se recomiendan para todos los bebés sanos, pero puede beneficiar especialmente a niños y niñas que presenten alguna de las siguientes características:
- Sean demasiado retraídos
- Permanezcan quietos la mayor parte del tiempo
- No presenten una reacción ante un estímulo
- Hipertonía, muy rígido
- Hipotonía, muy flojo, sin fuerza
- Alteraciones genéticas
- Medicaciones durante la gestación
- Deficiencias sensoriales (visuales o auditivas)
- Madre diabética
- Niño prematuro
- Niño post término (más de 42 semanas de gestación)
- Incompatibilidad sanguínea
- Infecciones de recién nacido
- Insuficiencia cardiaca
Beneficios de motivar el movimiento de tu bebé
Entre los beneficios de motivar el movimiento de tu bebé se encuentran el ayudarle a desarrollar habilidades de aprendizaje que le servirán en el futuro, pues potencia sus funciones cerebrales y le ayuda a desarrollar su comprensión del entorno. Además, promueve su curiosidad y creatividad y esto a su vez le impulsa a encontrar nuevas maneras de expresarse.
Finalmente, participar tan de cerca en el desarrollo de tu bebé ayudará a fortalecer el vínculo entre él o ella y sus familiares o cuidadores más cercanos. Recuerda que cualquier duda médica siempre debes consultarla con su pediatra.
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