Durante sus primeros días de vida, los bebés tienden a chuparse el dedo pulgar de manera intuitiva, y quizá exista la duda en los padres de si ésta acción es normal e inofensiva o si pudiera repercutir en su salud.
Si bien es cierto, es bastante común, incluso muchos bebés tienden a chuparse el dedo desde el periodo prenatal, es decir, desde que se encuentran en el útero de su madre. Sin embargo, suele desaparecer de manera natural a los 2 o 3 años.
¿Por qué lo hacen?
La acción conocida también como succión no nutritiva es una costumbre que realizan los bebés para sentirse más seguros ya que contribuye a reducir el estrés. Algunos pueden hacerlo con mucha frecuencia, otros de manera esporádica y otros quizá nunca lo hagan.
Aunque es normal que se chupen los dedos, también pueden chuparse la mano o los pies gracias a su gran flexibilidad. Cada bebé es diferente.
¿Es bueno o malo?
Muchos padres creen que es algo malo, pero es todo lo contrario, chuparse el dedo les ayuda a:
- Ser menos propensos a contraer alergias
- Libera endorfinas
- Refuerza de su sistema inmunológico
Sin embargo, hacerlo después de los 3 años podría repercutir en su salud bucal y dental, afectando la forma natural del paladar y alineación de los dientes. En este caso, lo mejor es acudir al médico para que juntos encuentren la mejor forma de quitar este hábito poco a poco, hasta hacerlo desaparecer.
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