Los bebés realizan dos tipos de succión: la nutritiva y la no nutritiva. La primera se emplea meramente para saciar hambre, la segunda está relacionada con circunstancias emocionales, refiere a la acción de chuparse los dedos, un chupón, algún objeto o incluso el deseo de permanecer prendido el seno materno sin que esto esté ligado a saciar el hambre.
Si amantas a tu hijo o hija, esto último podría resultarte muy familiar. Probablemente habrás notado que tu bebé ya no tiene hambre, pero continúa succionando con menor fuerza; posiblemente comienza a conciliar el sueño y despierta en cuanto intentas retirarlo.
Al realizar la succión no nutritiva el bebé recibe sensación de:
- Seguridad
- Protección
- Tranquilidad
- Consuelo
Y aunque parezca que ha dejado de comer, durante la succión no nutritiva tu bebé se sigue alimentando a un ritmo muy tranquilo. Es completamente normal y forma parte del desarrollo, inicia en la semana 20 de gestación y podría durar hasta los 4 años pues las niñas y niños pequeños encuentran relajante este movimiento.
Esto no significa que debas amamantarlo o darle un chupón hasta los 4 años, tu hijo o hija simulará el movimiento aún sin tener nada en la boca. Es algo muy común de ver en los bebés dormidos.
Puedes ver esta acción como una forma de reafirmar el lazo afectivo con tu bebé y la oportunidad de brindarle bases sólidas para una autoestima saludable. Y aunque puede llegar a ser cansado, recuerda que es una etapa que pasará más pronto de lo que imaginas; en un par de meses, tu hijo o hija podría encontrar nuevas formas de sentirse tranquilo y seguro.
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