Diciembre es el mes donde toda la familia se reúne para celebrar Navidad, Año Nuevo y por supuesto también las queridas posadas, donde no faltan las piñatas y el ponche casero.
Es una de las épocas donde la convivencia familiar es más fuerte y todos querrán saludar, cargar o abrazar a tu bebé. La cantidad de gente que asiste a estas fiestas hace que se vuelva muy importante cuidar en todo momento a los niños más pequeños de la casa.
¿Cómo debo cuidar a mi bebé en Navidad y Año Nuevo?
Estas son algunas recomendaciones básicas para que tu bebé conviva de manera sana y segura junto a ti y toda tu familia.
Evitar el consumo de dulces o bebidas azucaradas
Si bien los nenes y las nenas entre el primer y segundo año ya empiezan a comer alimentos sólidos, esto no significa que puedan ingerir dulces. La dietista Claudia González, quien reside en Miami, menciona que el consumo de dulces debe evitarse hasta pasando los dos años de edad; hasta entonces se podrá dar alimentos azucarados a los niños, pero con moderación y en cantidades muy limitadas.
Así que durante las posadas, cena navideña o celebración de Año Nuevo, procuren evitar que su bebé consuma cualquier tipo de dulce (paletas, chocolates, colaciones), incluyendo las bebidas con endulzante como refrescos y jugos.
Evitar que juegue con petardos
Los también llamados cohetes o fuegos artificiales suelen ser parte de estas celebraciones, y aunque para los niños y niñas parecen inofensivos, la realidad es otra. El gobierno de la Ciudad de México afirmó que en la temporada decembrina aumentan en un 35 % los casos de quemaduras en menores de edad, así que para la protección de toda tu familia es mejor no jugar con estos productos, sin importar si eres adulto o menor de edad.
Abrígalo bien
El invierno es el rey de las bajas temperaturas. Durante este mes y particularmente en las semanas de Navidad y Año Nuevo, la temperatura tiende a descender después de las 6 de la tarde. Es muy importante que tu bebé esté muy bien abrigado, en especial en los momentos que se disfrutan en el exterior, como los cantos de las posadas.
Respeta su horario de sueño
En estas fechas tan importantes para la convivencia familiar, los bebés no suelen tener problema para quedarse despiertos, pues se divierten mucho. Sin embargo, como mamá o papá es tu responsabilidad asegurarte de que aunque la pasen muy bien jugando con sus primos, tus hijos o hijas tomen una siesta más larga de lo habitual, para que no pierdan horas de descanso. Si la fiesta está en su apogeo y tu bebé tiene sueño, no debes obligarlo a estar despierto para la ocasión, es mejor que descanse en un lugar cómodo y lo menos ruidoso posible.
Recuerda que en sus primeros años de vida, el sueño es fundamental para su desarrollo neurológico.
Evita sobrealimentarle
Sabemos que la cena navideña es una tradición importante, pero no es recomendable que tu bebé ingiera alimentos y porciones para los que su sistema digestivo todavía no está preparado. Si ya está acostumbrado a comer alimentos sólidos, es común que sienta curiosidad por lo que llegue a ver en la mesa.
Aliméntale como en un día normal y consulta con su pediatra qué ingredientes de la cena o de los platillos tradicionales son adecuados para tu bebé dependiendo de su edad.
Evita que lo carguen en exceso
Un bebé siempre recibe toda la atención cuando llega al mundo, todos quieren conocerlo y convivir con él. Estas fiestas son el momento perfecto para que la familia completa le demuestre cuánto lo quiere, pero tanta atención puede generarle estrés. Evita que pase constantemente de brazos en brazos, ya que estos movimientos constantes le impiden sentirse cómodo. Además, procura siempre estar presente cuando otras personas lo o la carguen, ya que tú mejor que nadie sabe qué posturas le molestan y tu cercanía le hará sentir más seguridad y confianza.
También cuiden que sus primos o hermanos menores de edad no intenten cargar solos al bebé, pues no tienen la fuerza física para sostenerle firmemente y podría haber un accidente.
¡Motívalo a convivir!
Si tu bebé tiene energía y se nota feliz, es mejor dejar que se integre a la celebración. Además de ayudarle a desarrollar sus habilidades sociales y emocionales, sentir actividad y convivir con su familia le ayudará a aprender a escuchar distintas voces y reconocer a las personas, así como a desarrollar sus sentidos y capacidades perceptivas.
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