Existen muchas formas de transportar a un bebé, es probable que recientemente hayas escuchado hablar del porteo. Ésta es la forma de llevar a tu bebé cerca de ti, con ayuda de un rebozo, fular, mei-tai, bandolera, etcétera.
Y a pesar de que está en tendencia, es una de las maneras más antiguas de hacerlo. El porteo es parte de la crianza con apego, pues se trata de cargar a tu bebé y llevarlo cerca de ti a donde quiera que vayas, es casi como estar embarazada de nuevo.
Por otro lado, y además de la practicidad que esto implica, es una forma de ayudar a tu bebé a tener bienestar emocional. Muchas mamás primerizas sienten angustia al notar que su pequeño o pequeña quiere estar en brazos mucho tiempo o que sólo se tranquiliza si se le carga.
Es importante no perder de vista que tu bebé estuvo aproximadamente 38 semanas siendo cargado, suavemente mecido todo el tiempo, escuchando tu voz y el latido de tu corazón. Durante los primeros meses de vida, tu hijo o hija no los concibe como seres independientes y es por ello que podría presentar episodios de llano o angustia al sentirse solo o lejos de ti.
Ahora, debes saber que no existe una edad ideal para iniciar el porteo, si bien puedes cargar a tu bebé desde las primeras semanas de nacido, también puedes empezar varios meses después, pues dependiendo de la opción que elijas, es la cantidad de peso que tu fular o rebozo podrá sostener.
Lo mejor es asistir a una clase de porteo para que una asesora te ayude a elegir la mejor alternativa de acuerdo con tu estilo de vida, sin embargo, de acuerdo con Babywearing International y la Asociación Española de Pediatría, para un adecuado porteo, es muy importante que tomes en cuenta lo siguiente:
- La columna vertebral de tu bebé debe formar una letra “C”
- Bajando tu rostro, su cabeza debe quedar a la altura de un beso
- No debe haber espacio entre su cuerpo y el tuyo
- Sus vías respiratorias deben estar libres
- Su rostro siempre debe estar visible para ti
Cerciórate de que tenga la “posición ranita”, eso significa que sus rodillas deben estar a la altura de su cadera, formando una “M” tomando los pies, las rodillas y las nalgas de tu bebé como puntos de referencia para formar dicha letra.
Portear a tu bebé te permitirá tener mayor libertad para realizar actividades, tener a tu bebé cerca te brindará seguridad y a él o ella también. Recuerda que el contacto físico prolongado es una gran forma de ayudarlo a sentirse tranquilo y amado.
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