Caminar es una habilidad que se va adquiriendo con la práctica. Por eso es completamente normal que un niño tenga caídas o tropiezos frecuentes.
Con el tiempo, el niño irá aprendiendo a calcular la distancia correcta hasta un lugar, calibrar la fuerza, la velocidad, etc.
Podemos decir que para que tu hijo aprenda a caminar sin caerse o tropezarse, habrá tenido que caer y tropezar varias veces antes. Caerse permite que los niños mejoren sus habilidades, esto lo explica nuestra especialista Augusta Franco, especialista en kinesiología.
Los niños caminan con cierta inseguridad al principio, lo cual es parte del mismo aprendizaje, lleva tiempo alcanzar el equilibrio y por eso debemos acompañarlos siempre sin interferir en su proceso, sólo estar cerca para darle seguridad y apoyo.
Sin embargo, puede haber más acontecimientos que indiquen que algo puede no estar bien. Por ejemplo:
Si tu hijo, de forma repentina, deja de caminar bien cuando antes sí lo hacía.
Si siente que no tiene fuerza en las piernas y su andar deja de ser estable.
Si al caminar se inclina hacia un lado y no logra caminar en línea recta o bien, necesita apoyarse en algo para poder avanzar.
Si caminar le resulta doloroso.
Si tu hijo presenta cualquiera de estas características, es importante acudir con el pediatra lo antes posible para poder atenderlo y hacer el diagnóstico adecuado para ayudarlo a mejorar.
Existen algunos padecimientos que pueden afectar el andar en los niños como son:
La torpeza motora que puede deberse a causas neurológicas, madurativas o emocionales.
Si tu hijo tiene torsión tibial interna, que sucede cuando la espinilla (tibia) se tuerce o rota levemente, y hace que el pie rote hacia adentro. Puede suceder por la posición en la que se encontraba en tu vientre. Por lo que parece que el niño camina con el pie hacia adentro y se tropiece con él mismo.En la mayoría de los casos se corrige solo con el tiempo, sin embargo, siempre debe ser evaluado por el pediatra, aún más si esto entorpece el gateo.
El niño tiene algún retraso mental o síndrome que afecta directamente el desarrollo cerebral.
Si quieres saber más sobre algunas habilidades que un niño tiene entre el primer y el segundo año de vida, consulta este artículo.
Que los niños se caigan es normal, pero tú puedes ayudar a que esto no le afecte en la autoestima evitando regañarlo y sobre protegiéndolo. Recuerda que hay algunos niños más hábiles que otros, por eso no lo compares con amigos, primos o niños conocidos.
Déjalo saltar, correr, escalar y conocer el mundo para que él conozca sus habilidades y las desarrolle, y también aprenda cuáles son sus propios límites.
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