El insomnio es un trastorno del sueño que aparece frecuentemente y que consiste en la dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido, además de que provoca que las personas despierten demasiado temprano y no puedan volver a dormirse.
Es normal que de recién nacidos y hasta los 6 meses los bebés despierten varias veces por la noche, aunque después de esa edad es cuando suelen dormir hasta 5 horas seguidas.
Sin embargo, cuando la dificultad para dormir o mantener el sueño persiste y causa al día siguiente irritabilidad y somnolencia, se puede hablar de insomnio.
Hay dos tipos de insomnio que son frecuentes en los niños: el conductual y el producido por una inadecuada higiene del sueño.
Insomnio conductual: es cuando los niños no son capaces de dormir si están solos. Regularmente piden que haya alguna actividad como contarles un cuento o que los papás les canten una canción, de tal forma que si faltan, el niño no puede dormir.
Este tipo de insomnio se hace crónico cuando ocurre más de tres noches a la semana durante tres meses.
Insomnio por falta de higiene del sueño:
Se refiere al insomnio que es provocado por actividades que realizan los niños antes de dormir, como son ver la televisión, hacer ejercicio o comer dulces.
Además, hay rutinas (como las siestas largas o estar acostado mucho tiempo en cama) que favorecen el insomnio en los niños, por lo que hay que erradicarlas.
¿Cómo se diagnostica?
Si ya has identificado que tu hijo podría padecer insomnio, lo mejor será comentarlo con su pediatra y llevar a cabo las siguientes actividades:
- Registro de horario de sueño: Es una agenda en donde diariamente anotas la hora en que durmió y despertó.
- Chequeo de horas que durmió: Se trata del conteo de horas que tu hijo durmió.
- Realización de un “Diario del sueño”: Es una libreta que deben rellenar los papás en donde, además de registrar los dos puntos anteriores, también anotan si hubo algún sobresalto por la noche o algo fuera de lo común.
Tratamiento
Una vez que tu pediatra diagnostica que el niño padece insomnio, puedes basarte en las medidas de higiene del sueño y hacer lo siguiente:
- Fija horarios para dormir.
- Evita cenas abundantes.
- Establece una rutina para dormir en donde el niño tenga claridad de las actividades que tiene que cumplir, tales como ponerse la pijama, lavarse los dientes e ir al baño.
- Apaga la televisión y evita los videojuegos o móviles al menos una hora antes de que el niño duerma.
- Revisa que la luz de la recámara no sea molesta, que la temperatura sea adecuada y que no haya intervención de ruidos.
De la mano de tu pediatra evalúa si estas actividades tienen resultado positivo y, en caso contrario, valora qué otros problemas le podrían estar provocando las dificultades para dormir.
¡Inténtalo y no te desesperes! Hacer ajustes en las rutinas de tu pequeño les ayudará a ambos.
Te recomendamos leer: Trastornos del sueño.
contenido relacionado
También te podría interesar