Entre los 2 y 3 años, los niños adquieren habilidades manuales con las que poco a poco irán teniendo mayor facilidad para utilizar objetos pequeños con mayor destreza y coordinación.
A través del juego, los niños adquieren de forma divertida habilidades para mejorar la motricidad fina. Ésta es muy importante para muchas de las actividades que hacemos diariamente.
Con estas 5 acciones podrás ver si se está desarrollando correctamente y apoyarlo en caso de que veas que necesita mejorar en algo:
1. Abrir y cerrar objetos.
Desde botones de la ropa, botes de plastilina, la llave del agua, los zapatos con velcro, el cierre de la mochila, etcétera.
Tu hijo deberá ser capaz de abrir y cerrar estos objetos entre los 2 y 4 años. Algunas cosas podrá hacerlas antes que otras, pero con paciencia y mucha práctica, podrá lograr hacerlas todas. Sólo debes motivarlo.
2. Construir torres.
Puede hacerlo con bloques de construcción de madera o plástico, cubos, vasos o lo que su creatividad le dicte. Gracias a la estabilidad de brazos y muñecas, los niños pueden realizar construcciones. Según el material y el tamaño de las piezas, puede ser más o menos complicado conseguir una torre alta. Experimenten con diferentes materiales.
3. Plastilina.
Para marcarla o cortarla. Hacer figuras o pasteles. No importa cómo la use. A los dos años es probable que comience a crear figuras más precisas. Y a los 4 ya tendrá mayor habilidad en sus dedos y precisión para hacer mejor el objeto que desea.
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4. Rompecabezas.
Existen de diferentes características, según su edad: pocas piezas de gran tamaño si es para un niño pequeño. Y para los más grandes, las piezas se vuelven más pequeñas y numerosas. Esto porque su mano domina mejor el tomarlas y girarlas para hacerlas encajar.
5. Dale libertad.
A lo largo del día verás que hay cosas que tu hijo puede hacer sin tu ayuda o por lo menos intentarlas para ir desarrollando la motricidad fina. Algunos ejemplos son: meter un popote en un vaso, abrir un vaso entrenador, revolver con una cuchara y mientras crezca dejarlo abotonarse la camisa o suéter.
Si tu hijo de 4 años ya logra todas estas actividades, quiere decir que su motricidad fina se ha desarrollado muy bien. Si es más pequeño, recuerda ponerle actividades de acuerdo a su edad para que esta habilidad se desarrolle sin problemas.
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