Cocinar con tus hijos tiene muchos beneficios tales como desarrollar la creatividad, la sociabilidad, cultiva la autoestima y claro, su desarrollo motriz.
Además, los niños que son incluidos en la preparación de alimentos son más abiertos a probar nuevos alimentos y reconocen aquello que es más saludable.
Tu hijo irá reforzando el aprendizaje sobre colores, números, frutas, verduras, etc.
A los niños les gusta participar y sentirse responsables, por eso, pedirles que ayuden a preparar algún alimento en casa los hace sentir bien, especialmente cuando alguien lo prueba y reconoce lo delicioso que quedó el platillo.
Para los niños menores de 5 años existen actividades dentro de la cocina en las que pueden participar sin problema como mezclar, cortar con las manos, pelar, lavar, servir, juntar, amasar, etc. Cada una de estas acciones, ayuda a la motricidad fina, mientras que las texturas desarrollan su experiencia sensorial.
Si quieres incluir a tu hijo en la cocina, recuerda que debes buscar un lugar donde esté seguro, sin nada a su lado que pueda producirle algún daño como quemarse o cortarse. Prepara todos los ingredientes lavándolos y pelándolos, antes de comenzar la actividad y no olvides estar siempre a su lado.
Aquí te compartimos 3 ideas para cocinar juntos y desarrollar la motricidad fina:
Hagan una ensalada. Un plato ligero que permite jugar con sabores, colores y combinaciones. Pídele que él o ella seleccione los ingredientes que llevará la ensalada puede ser sólo de frutas o bien mezclar algunas verduras. Tu hijo puede cortar lechugas o espinacas con las manos y haz que se encargue de lavarlas y desinfectarlas. Puedes mezclar frutas con algunas verduras. Pedirle a tu hijo que separe uvas de su racimo o desmenuzar pollo, le ayudará a desarrollar y fortalecer la pinza. Mezclar el aderezo y colocarlo encima puede ser gratificante para un niño.
Preparen pizza. Amasar ayuda con la motricidad fina, demanda una compleja coordinación de diferentes músculos tanto de brazos, manos y dedos. Jugar con la masa es estimulante y relajante y más cuando se trata de hacer un platillo que les encante como la pizza. De igual forma, con tu ayuda, tu hijo puede cortar algunos ingredientes, mejorando la coordinación ojo-mano. Pueden jugar a hacer pizzas cuadradas, circulares, triangulares. No descartes hacer pizzas pequeñas, así tu hijo aprenderá sobre grande y pequeño. Y hasta puedes hacer pizzas dulces con fruta picada por tu hijo y crema de avellanas.
Brochetas. Para mejorar la destreza manual, la concentración y la paciencia de tu hijo, este platillo es una buena opción, favorecen la coordinación ojo-mano. Las brochetas son un platillo diferente por lo que lo hace atractivo, especialmente si es el mismo niño quien lo prepara. Pueden comenzar cortando fruta como fresas, uvas, melón y tu hijo se encargará de irlas insertando dentro del palito de la brocheta.No se limiten, prueben con diferentes verduras, bolitas de carne, queso, etc.
A partir de los 3-4 años, los niños cuentan con la habilidad motora fina suficiente para manipular pequeños alimentos y ayudar a elaborar prácticamente cualquier plato. Además que al estar juntos realizando estas actividades, fortalecerán la relación entre ustedes. Sólo recuerda no regañarlo, ni apresurarlo si hace las cosas despacio, esto podría hacer que tu hijo se frustre y pierda interés.
Ayudarlo en su desarrollo puede ser muy divertido para él y para ti encontrando las actividades que a ambos les hagan felices.
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