El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por dificultad para dormir, para mantenerse dormido o el despertar antes de lo previsto; de acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, afecta al 30 por ciento de las y los pequeños entre seis meses y cinco años.
Las horas de sueño son fundamentales para el sano desarrollo físico y cognitivo infantil, respecto a esto, la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos menciona que los bebés de uno y dos años deben dormir entre 11 y 14 horas al día. Y los de tres a cinco años de 10 a 13 horas diarias, en ambos casos ya se incluye el tiempo de siesta.
La necesidad de tomar una siesta irá disminuyendo a partir de los tres años y hasta los seis, y aunque no existen contraindicaciones médicas al respecto, algunos niños muestran resistencia para dormir durante la noche cuando prolongan el tiempo regular de su siesta o la toman más tarde de lo acostumbrado.
Los cambios de hábitos pueden desestabilizar a los pequeños, en la actualidad y a raíz del aislamiento en casa, muchos niños y niñas perdieron la rutina a la que estaban acostumbrados, el encierro ha provocado que los menores no sientan cansancio al terminar el día, pues no han gastado su energía acostumbrada.
Si es tu caso, te compartimos una serie de recomendaciones para ayudar a tu hijo o hija a restablecer su sueño.
1. Establece horarios. Despierten a la misma hora todos los días, desayunen juntos y realicen actividades, fija una hora para cenar y acostarse.
Si notas que le cuesta trabajo dormir, establece una rutina de sueño, puede ser: cenar, tomar un baño y a dormir. Una vez en la cama, canten una canción de cuna o cuéntale un cuento.
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2. Realicen actividades físicas. Hacer esfuerzo físico y gastar energía es una manera de promover el sueño, si tienes un patio, salgan a correr o jugar juntos. Si vives en un departamento, puedes formar circuitos usando almohadas y cobijas.
También pueden ver videos de rutinas y motivarle a realizar los ejercicios que se muestren.
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3. Meditación. Si bien es una actividad que pueden realizar todos, tú puedes implementar acciones como ejercicios de respiración, por ejemplo: estando acostados pídele que respire profundamente y exhale por a boca, una frase que le ayudará a entender es “olemos una flor”, haces una breve pausa y dices “soplamos una vela”.
También puedes darle un masaje y pedirle que vaya relajando cada parte de su cuerpo, al principio no entenderá cómo hacerlo, pero con el paso de los días lo irá comprendiendo.
La Asociación Española de Pediatría menciona que los niños con problemas de insomnio pueden tomar entre 20 y 30 minutos cada día para poderse dormir, por lo que necesitarás tener disponibilidad de tiempo y mucha paciencia para ayudar a que el problema disminuya.
Si notas que pasa el tiempo y tu hijo o hija no logra adaptarse o no mejora su calidad de sueño, consulta un profesional de la salud para recibir la asesoría adecuada.
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