El control de esfínteres es un proceso que requiere de mucha paciencia, es un aprendizaje que toma tiempo en ser dominado. Es importante que sepas que hay muchas circunstancias que influyen en que el pequeño o pequeña logre tener un completo control, desde el trato que recibe de sus padres y cuidadores, hasta factores externos ambientales o emocionales.
Si bien es cierto, existe un grupo de niñas y niños para los que no representa mayor problema: inician el proceso y un par de semanas o meses después, lo dominan por completo. No obstante, para otro grupo de infantes, este tema termina siendo un proceso caótico que estresa al menor y a sus padres al mismo tiempo.
Cuando los niños o niñas presentan accidentes frecuentes, podría deberse, de primera instancia a que iniciaron el proceso antes de estar física y psicológicamente listos. Pero si en el día avisa sin problemas y durante la noche tiene fugas de orina, se conoce como enuresis.
La enuresis se define como una descarga completa, involuntaria e inadvertida de orina durante el sueño, también es conocida como enuresis nocturna. Para poder diagnosticarse como tal, debes saber que sucede a partir de los cinco años y hay dos tipos o formas de clasificarla:
- Enuresis primaria: es aquella en la que el niño o niña nunca ha tenido un período de seis meses o más en el que haya permanecido sin mojarse.
- Enuresis secundaria:es cuando ya existía el periodo mínimo de seis meses de mantenerse seco por la noche antes de empezar a manifestar la enuresis.
Hasta antes de los cinco años, es normal tener algún accidente nocturno, pues controlar la vejiga sin estar del todo consciente, es un proceso más complejo de dominar. Si te resulta familiar, te compartimos algunos consejos para ayudar a tu hijo o hija:
- Acompáñale al baño e insiste en que orine antes de ir a la cama
- Evita ofrecerle líquidos dos horas antes de acostarle
- Festejen juntos cuando la cama amanezca seca
Seguro te preguntarás cuáles son los signos de alarma o en qué situaciones es necesario acudir al médico. Si tu hijo o hija:
- Presenta un comportamiento poco habitual, ya sea irritabilidad, ansiedad o tristeza.
- Tenía un buen control de esfínteres y repentinamente empieza a mojar la cama con frecuencia(enuresis secundaria).
- Empieza a tener accidentes durante el día.
- Presenta hinchazón en pies o tobillos.
Manejar esta situación lo más tranquila y amable posible, es esencial para el progreso del infante, por lo que será muy importante que evites regañarle cuando esto suceda, sin importar la frecuencia de los episodios, recuerda que muchas veces, este tipo de situaciones son la única forma en que los niños pueden demostrar que algo está sucediendo.
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