Se dice que es posible beneficiar a las niñas y niños desde el embarazo con ayuda de la música; según el “Efecto Mozart”, la acción de colocar música clásica al vientre materno durante la gestación beneficia el área cognitiva de los bebés.  

Esta teoría menciona que las pulsaciones por minuto de melodías como la “Sonata K448” provocan la estimulación en el hemisferio derecho del cerebro, que es el encargado de las funciones espacio-temporales, haciéndolo más receptivo a la información.  

Sin embargo, por maravillosa que suene, esta teoría no ha sido comprobada por la ciencia. 

Pero la música en general sí aporta grandes beneficios a los pequeños y pequeñas, por ejemplo:  

• Estimula sus áreas de aprendizaje 
• Promueve el desarrollo motriz 
• Contribuye al desarrollo emocional
• Favorece el desarrollo del leguaje 
• Impulsa la expresión corporal

 Y aunque la inteligencia de los bebés es independiente de la herencia genética y se va fortaleciendo con el tiempo, los estímulos recibidos durante la infancia contribuyen de forma significativa en su desarrollo. Por ejemplo: con ayuda de la música puedes promover la relajación de tu bebé, pero también hacer que baile y cante, dependiendo de los ritmos que esté escuchando 

Con ayuda de la música puedes ayudarlo a aprender de forma divertida: partes del cuerpo, colores, números, días de la semana, hábitos, etcétera.  

Además, impulsar a tu hijo o hija a tener una relación cercana con algún instrumento musical que les guste, puede favorecer a su sano bienestar emocional y cognitivo, despertando su interés por el arte y la creatividad.  

Tanto en casa como en la escuela es importante motivar el desarrollo de sus habilidades cognitivas. No olvides que cada bebé tiene su manera de conocer el mundo, así que conviértete la guía de su aprendizaje.