Padres y madres consideran importante enseñar a sus hijos a que compartan, ya que es una habilidad social útil para su crecimiento. La generosidad se aprende con la práctica y enseñarle a un niño o niña requiere dedicación, por ello es mejor empezar a temprana edad.
¿Cómo le enseño a mi hijo o hija a compartir?
Para un bebé es difícil asociar que al prestar un objeto este regresará a sus manos en un lapso de tiempo, pero existen maneras sencillas en que puedes enseñar a tu pequeño o pequeña a compartir.
Que juegue con otros niños: Esto le dará la experiencia de convivir jugar y tener que compartir.
Con el ejemplo: Si tienes algún postre o golosinas en casa puedes enseñarle a tu pequeño a compartirlo entre los miembros de la familia y verbalizar la acción: “uno para mamá, otro para papá y otro para ti”.
No lo castigues: Esta acción podría conducir a que el pequeño o pequeña tenga resentimiento en lugar de generosidad. Es mejor utilizar el refuerzo positivo: cuando comparta algo puedes felicitarlo para incentivar este comportamiento.
Háblale a tu bebé: Los pequeños necesitan apoyo a la hora de expresar sus sentimientos y resolver situaciones. Puedes explicarle los beneficios de compartir, o que no debe sentirse triste si no le prestan algún objeto. Deja en claro qué cosas son de uso común o tienen dueño y cuáles son suyas.
Respeta sus deseos: Para todos es normal no compartir ciertas cosas. Lo mismo sucederá con tu bebé y está en su derecho, puedes preguntarle qué cosas no le gusta compartir y sugerirle cuáles podría compartir.
No lo obligues: Cada niño tiene un ritmo de aprendizaje individual. Compartir es una habilidad social compleja de desarrollar que debe ser constantemente estimulada por mamá, papá y educadores. Si todavía le cuesta trabajo, espera hasta que esté listo para compartir, pero no dejes de mostrarle con ejemplos cómo se hace.
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