¿Te habrías imaginado que una acción tan sencilla y placentera como salir a dar un paseo y recibir la luz del sol, tendría beneficios en la salud de tu bebé? Mediante la exposición al sol, el cuerpo humano es capaz de producir vitamina D.
Una adecuada ingesta de esta vitamina es esencial para las mujeres embarazadas pues favorece la absorción de calcio y fósforo, además, contribuye a la saludable división de células y una adecuada formación de tejidos en tu bebé.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el periodo gestacional deberás consumir entre 200 y 400 UI por día. La deficiencia de vitamina D está asociada con partos prematuros, enfermedades como preeclampsia, diabetes gestacional y problemas en el desarrollo fetal.
Existen tres formas de obtenerla:
- Mediante multivitamínicos prenatales.
- Vía cutánea, es decir, por medio de la piel durante la exposición solar.
- Ingiriendo alimentos como leche, huevo, pescado azul, hígado de res, yema del huevo, champiñones, entre otros.
Los multivitamínicos son de gran importancia pues ayudan a cubrir tus necesidades nutrimentales y las de tu bebé. No obstante, es imprescindible que sepas que el exceso de vitaminas también puede ser perjudicial, por lo que deberás consultar a tu profesional de la salud para recibir una adecuada orientación sobre la porción de alimentos y vitaminas que necesitas.
Recuerda que todos los embarazos se desarrollan de forma diferente, por lo que será mejor que tu médico te indique los pasos a seguir, tomando en cuenta las características particulares que estás viviendo.
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