Durante el embarazo, el organismo de la mujer requiere más oxígeno, por lo que su cuerpo tiene que adaptarse para cumplir la demanda. Una respiración adecuada durante el embarazo trae múltiples beneficios para la madre, como una mejor circulación sanguínea, mayor oxigenación en órganos y sistema nervioso y relajación muscular.

Las hormonas como la progesterona tienen un efecto directo en los pulmones y el centro respiratorio del cerebro. Así aumenta la cantidad de aire que se inhala y se exhala, lo que puede causar una hiperventilación o respiración entrecortada y puede ser percibido como una falta de aire.

Otro cambio significativo es que a medida que el útero va creciendo, ejerce una presión sobre el diafragma, lo cual comprime los pulmones haciendo que su capacidad de expandirse disminuya y genera una sensación de agitación ante pequeños esfuerzos.

A esto le sumamos que en occidente las personas acostumbramos respirar de manera automática, desaprovechando toda la capacidad pulmonar. Por eso es importante conocer algunas técnicas de respiración para vivir mejor tu embarazo.

Técnicas de respiración para practicar durante el embarazo

Estas rutinas te ayudarán a mejorar la forma en la que respiras y absorbes oxígeno, con múltiples beneficios para ti y tu bebé.

Respiración abdominal

Coloca una mano sobre el abdomen y otra sobre el pecho. Inhala profundamente llevando el aire al abdomen, observa como la mano que reposa sobre éste se eleva. Mantén el aire unos 7 segundos y expulsa, mientras la mano que está en el pecho sobresale. Repite 15 veces.

Este ejercicio te dará relajación física y mental, y es ideal para el trabajo de parto pues brinda gran cantidad de oxígeno al bebé, debe hacerse al inicio y fin de cada contracción.

Respiración torácica 

Realizar este ejercicio te ayudará a estar más consciente de tu respiración. Deberás inhalar lentamente hasta que llenes de aire la parte baja de tus costillas, puedes rodearlas con tus manos para sentir cómo se distribuye el aire. Aguanta unos segundos y expulsa el aire lentamente. Haz quince repeticiones.

Expulsando el aire por la boca

Respira por la nariz dirigiéndote al diafragma, sácalo por la boca a manera de soplido, para medir la fuerza de éste puedes ayudarte de una vela, debes mover la llama pero no apagarla.  Este ejercicio te ayuda a la eliminación de toxinas y dióxido de carbono. Es muy útil en la fase final del parto, durante las expulsión del bebé. Repite 15 veces.

Jadeante

Inspira con rapidez de manera entrecortada, la parte superior del tórax debe subir y bajar. Este tipo de respiración es muy útil durante la dilatación, pues ayudará a calmar la sensación de pujar cuando no es hora.

También te recomendamos asistir a clases de preparación para el parto, yoga o pilates. Conocer estas técnicas y ponerlas en práctica te darán un mayor conocimiento de tu cuerpo, y una correcta preparación para tener un parto tranquilo y sin ansiedad.