El embarazo es una etapa muy retadora para las mujeres, pues trae una montaña rusa de cambios, sensaciones, emociones y experiencias que tal vez no te imaginabas. Desde los cambios físicos hasta los cambios de ánimo, el gran cansancio hasta sentir que algo que para ti era delicioso como el olor del shampoo con el que te bañas o una comida que te encantaba, ahora te resulta repulsivo al grado de provocarte náuseas y hasta vómito.
Este fenómeno es muy común y se llama Hiperosmia, y se puede definir como una hipersensibilidad del gusto y el olfato que tiene relación con el incremento de estrógenos y progesterona, las famosas hormonas.
Recuerda que ambos, son producidos por la placenta durante el embarazo y comienzan desde el primer trimestre a revolucionar tu cuerpo.
Así que este desequilibrio hormonal, podrá hacer que vivas desde el inicio de tu embarazo cambios en el gusto y el olfato. Algunas mujeres lo experimentan sólo el primer trimestre, otras lo viven durante las 40 semanas de gestación y algunas nunca lo perciben. Recuerda que todos los embarazos y cuerpos son distintos.
Una de las razones de porqué se agudiza tanto el olfato, se debe también a que va a ser el primer contacto y reconocimiento que mamá y bebé tengan al momento del nacimiento, pues mutuamente se van a oler.
No hay que olvidar que el olfato y el gusto están sumamente relacionados ya que trabajan juntos. Es por eso que la alta sensibilidad en los olores provoca que la futura madre vomite con mucha frecuencia al oler o probar algo que le resulte desagradable y que tal vez nadie más a su alrededor haya notado.
Y aunque te parezca increíble también puede suceder lo contrario, no es tan común, sin embargo, algunas mujeres embarazadas pierden por completo el sentido del olfato. Esto es conocido como anosmia y en algunos casos se debe a congestión de las mucosas nasales.
Puede suceder que durante el embarazo exista un aumento de saliva con pH ácido, es lo que se denomina sialorrea. Este aumento de salivación puede provocar la aparición de caries, por este motivo será muy importante que si tienes alguna molestia realices una visita al dentista.
Probablemente, al tener más agudizados los sentidos de gusto y olfato puedas no querer comer o tomar cosas que normalmente te gustaban y muchas veces, este síntoma es el primero en aparecer cuando una mujer se embaraza.
En cuanto al gusto, podrás experimentar los famosos antojos, los cuales a veces son señales de que tu cuerpo necesita más de algún nutriente, si sientes que es tu caso, consulta con tu médico para que te indique qué es lo que debes hacer.
Pero tranquila, en ocasiones los antojos se generan por parte del padre y es muy normal, los pueden satisfacer con moderación siempre y cuando mantengas tu buena alimentación y nutrición balanceada lo cual permitirá cuidar tu peso.
La sensibilidad en olfato y gusto puede resultar muy desagradable, pero piensa que es sólo una etapa que pronto pasará.
Si tus vómitos son frecuentes, es mejor que lo platiques con tu ginecólogo para que te recomiende qué hacer.
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