El embarazo es un proceso maravilloso y muy complejo en el que el cuerpo de la mujer va teniendo importantes cambios fisiológicos y emocionales. Es bien conocido que algunas mujeres experimentan saltos emocionales abruptos durante la gestación.
Si te encuentras en esta etapa lo más importante es que no te agobies ni te sientas avergonzada por estos efectos secundarios. Aquí te explicaremos con detalle qué hay detrás de los cambios emocionales durante el embarazo.
De acuerdo con el artículo “Salud mental perinatal”, de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO por sus siglas en inglés), el primer cambio está relacionado con la noticia del embarazo. La primera respuesta puede ser temor o ansiedad, ya que la madre debe comenzar a planificar su vida y rutina ya no sólo pensando en ella sino también en su hijo o hija, aún si el bebé es deseado y planeado.¡Error! Nombre de archivo no especificado.En el primer trimestre del embarazo la mujer presenta un cúmulo de síntomas de gran importancia como: cansancio excesivo, somnolencia, náuseas, vómito, malestar general, mareos y también los conocidos antojos. Estos pueden actuar como un catalizador de los cambios de humor muy bruscos.
Ya pasada la etapa inicial, viene un lapso más tranquilo, en el segundo trimestre la madre comienza a reflexionar sobre la llegada del nuevo miembro de su familia, pues a medida que pasan los días, la existencia de un nuevo ser humano se hace más evidente. Los pensamientos a futuro se relacionan con cuestiones como el nombre del bebé, cómo lucirá y demás cuestionamientos sobre su crianza.En cuanto a los cambios fisiológicos se nota el crecimiento de las glándulas mamarias, aumento de peso, el crecimiento del útero y el abdomen, además los movimientos del feto ya son palpables.
A partir del tercer trimestre, a medida que el feto va desarrollándose es mayor el espacio que ocupa en la cavidad abdominal, lo que genera nuevos síntomas como dolores de espalda, cansancio, dificultad para dormir y micción recurrentes. La madre se apropia de dichas sensaciones, pues le recuerdan que está embarazada.
Para el final del embarazo la madre y su familia deben llevar a cabo la tarea psicológica de darle un lugar al recién nacido, dejar de pensarlo como una posibilidad abstracta y dejar de pensarse como individuos: el bebé está por llegar y la familia que lo reciba será una unidad. Este proceso va de la mano con la creación de espacios físicos, como acondicionar el sitio del bebé en la casa.
¿Cómo hacer frente a tantas emociones?
El texto de la PAHO “Salud mental perinatal” refiere que en el embarazo hay un estado de transparencia psíquica: el pasado, recuerdos y miedos comienzan a emerger del inconsciente; por ello es buen momento para intervenciones psicológicas, sobre todo si se presenta mucha ansiedad o malestares físicos o emocionales en exceso.
Los recuerdos de la infancia y la relación que la futura mamá tuvo con su progenitora también adquieren relevancia, pues es una guía, si los primeros años de vida de la gestante fueron conflictivos o tristes será un poco más difícil para ella establecer un modelo materno, mas no imposible.
También ocurre que la embarazada manifiesta un grado de regresión emocional en el que se volverá más dependiente de los demás, debido a que sus emociones son más intensas y requiere ayuda física para algunas situaciones.
Lo mejor que puedes hacer para vivir un embarazo tranquilo es buscar una red de apoyo con mujeres cercanas a ti, amigas y familiares, además el apoyo de tu familia será indispensable. Si sientes que las emociones te sobrepasan acude con un especialista.
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