¿Has escuchado sobre la placenta? Es la estructura que se forma dentro del útero en el embarazo y es la parte de donde el bebé toma la nutrición o el oxígeno, además de eliminar sus desechos por ese medio y se conecta por medio del cordón umbilical. En la mayor parte de los embarazos esta se adhiere a la parte superior o lateral del útero.
Cuando se menciona el término placenta previa se refiere a la ubicación de la misma, pues obstruye de manera total o parcial el cuello uterino de la futura mamá.
Existen tres tipos:
- Placenta previa total: Cuando cubre completamente el cuello uterino.
- Placenta previa parcial: Cubre parcialmente el cuello uterino.
- Placenta previa marginal: Se ubica cerca del borde del cuello del útero.
Síntomas:
- Sangrado vaginal de color rojo brillante en la segunda mitad del embarazo.
- Contracciones.
- Hemorragias.
Hay algunas condiciones que favorecen la placenta previa, algunas son evitables:
- Tener más de 35 años.
- Tener cicatrices en el útero.
- Embarazos múltiples.
- Tumores (fibromas) en el útero.
- Ser fumadora.
- Antecedentes de parto por cesárea.
Con placenta previa es totalmente normal que tengas sangrados en el embarazo y el parto, pero para diagnosticarlo debes acudir a tu ginecólogo que es quien te indicará qué hacer, recuerda que cada caso es distinto.
¡Mantén la calma y acude al médico! Nadie mejor que un experto te va a decir qué indicaciones requieres en caso de tener placenta previa
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