Existen muchos motivos positivos para realizar ejercicio durante el periodo de gestación pues trae consigo beneficios para la madre y el bebé. A menos que tengas alguna contraindicación médica, lo ideal es realizar diariamente alguna actividad física de bajo impacto y en una posición segura.
Para empezar:
- Obtén la autorización de tu médico.
- Si no estás acostumbrada a hacer ejercicio diario, puedes comenzar con actividades sencillas como caminar o trotar un par de minutos y aumentar la intensidad con el paso de los días hasta lograr 30 minutos o más.
- Consume agua simple antes, durante y después de realizar una actividad física para prevenir la deshidratación.
- Procura ser constante, con la guía de tu médico o profesional de la salud, establezcan un plan semanal de actividades.
- Realiza ejercicios de calentamiento muscular durante cinco o diez minutos.
- Al terminar tus ejercicios realiza movimientos de estiramiento.
Tu salud y la de tu bebé son lo más importante, por lo que:
- No es recomendable realizar actividades físicas si te sientes muy fatigada o mareada.
- Suspende la actividad si empiezas a sentir dolor o notas que la panza se endurece.
- Evita realizar actividades que impliquen brincos, estiramientos muy rudos o movimientos toscos; una mujer embarazada debe realizar actividades de bajo impacto como caminar, trotar, nadar, realizar ejercicios con pelota o yoga prenatal.
Ejercitarte durante el embarazo:
- Aminora dolores de espalda, piernas y muslos
- Favorece el movimiento intestinal y digestivo
- Reduce el estrés
- Promueve un mejor descanso
- Mejora la circulación
Se ha demostrado que una mujer que se ejercitó a lo largo de su embarazo tiene menor probabilidad de presentar complicaciones, diabetes gestacional o preeclampsia.
Consulta a tu profesional de la salud si deseas practicar algún deporte, pues necesitarás su aprobación para estar segura de que no representa un riesgo para la salud de tu bebé. Recuerda que todos los embarazos se desarrollan de forma distinta.
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