Hacer ejercicio durante el embarazo tiene múltiples beneficios como dormir mejor, reducir dolores de espalda, prevenir el estreñimiento y fortalecer los músculos de la espalda, glúteos y muslos lo que ayudará a adaptarte a la postura. A menos que tu médico te recomiende lo contrario, la actividad física te ayudará a vivir esta etapa más feliz y plena. Sin embargo, ¿cuánto tiempo debes ejercitarte cuando estás embarazada?

Para la mayoría de las futuras mamás, se recomiendan de 15 a 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada, durante cinco o seis días a la semana.

Ejercicio durante el embarazo: ¿Por dónde empezar?

Si no tienes muy claro qué tipo de ejercicio puedes hacer durante el embarazo, tenemos algunas sugerencias que te ayudarán a mantenerte activa, segura y saludable.

• Caminar es un buen ejercicio aeróbico que beneficia la condición física de las futuras mamás. Otras buenas opciones para practicar a intensidad moderada son la natación, la bici estática y el yoga prenatal. 
• Recuerda calentar, estirar y enfriar antes y después de ejercitarte para evitar lesiones. Tomar mucha agua para mantenerte hidratada y no hagas esfuerzos extremos, pues estas actividades físicas deben ser benéficas para tu salud y por lo tanto no deben causarte daños.
• Si no has realizado ejercicio durante mucho tiempo, consulta a tu médico o a un entrenador para que recomiende las mejores rutinas para ti. Si ya hacías ejercicio antes de embarazarte, probablemente puedas continuar haciéndolo al mismo nivel, siempre que te sientas cómoda y tu médico lo apruebe.
• Recuerda que hay muchas actividades físicas que no requieren de aparatos ni de una inscripción a un gimnasio para realizarlas. Sin embargo, si además de ejercitarte quieres convivir con otras mamás, puedes buscar clases diseñadas para mujeres embarazadas, en las que podrás ampliar tu círculo social.

Si bien es importante hacer ejercicio durante el embarazo, también debes estar atenta a las señales de problemas. Detén la actividad física si tienes mareos, dolor de cabeza, dolor de pecho o sangrado. El ejercicio regular puede ayudarte a sobrellevar los cambios físicos del embarazo y prepararte para el parto.